En estas líneas os vamos a proponer una ruta de una semana viajando a bordo de veleros. Hablaremos de un viaje muy habitual en verano, embarcando en Dénia o en Valencia y navegando hacia las Pitiusas.
Si disponemos de título de patrón, los conocimientos y la confianza necesarios podremos gobernar nosotros la embarcación, en caso contrario al contratar el alquiler pediremos a la empresa un patrón para nuestro barco de vela.
Los alquileres de veleros durante la época veraniega están estructurados en general para embarcar los sábados por la tarde y desembarcar los viernes por la tarde y muchas empresas ofrecen la posibilidad de pernoctar en el barco hasta las 8 de la mañana del sábado. Esto a veces conviene pues así evitamos, si llegamos cansados de una travesía y una semana de marcha por Ibiza y Formentera, tener que ponernos al volante de nuestro coche y hacer un montón de kilómetros hasta nuestro destino.
Supongamos que ya hemos contratado el alquiler de nuestro velero y vamos a zarpar de Valencia. Dénia está más cerca de las islas que Valencia, pero la llegada del AVE y el aeropuerto internacional de Valencia está convirtiendo a esta ciudad en un punto de partida muy conveniente.
Puede que seamos un grupo de amigos que nos hemos reunido para alquilar este barco de vela, o puede ser que viajemos en un crucero plaza a plaza con personas a las que no conocemos y aprovecharemos el viaje, además de para nuestras vacaciones, para conocer gente nueva.
Lo primero que tenemos que hacer es la compra para toda la semana. Si somos un grupo que nos conocemos antes, una opción muy interesante es hacer la compra por internet y que nos la lleven al barco. En Valencia y Dénia Mercadona es una buena opción. Consultar con la empresa de charter el horario de entrega y la situación exacta de vuestro velero, pero recordar que deberéis estar presentes para estibarla.
Si hacemos la lista en el barco y luego vamos al super, el patrón os podrá dar una cuantas recomendaciones. Las embarcaciones que se suelen utilizar tienen espacio suficiente, si lo aprovechamos bien, para estibar sin problemas la compra de una semana. Suelen tener una o dos neveras, aunque no suele haber congelador, debido a su elevado consumo de baterías.
Una vez estibada la compra y nuestro equipaje, zarparemos. En Valencia, por ejemplo, es preferible iniciar la travesía al caer la noche. En el régimen de vientos habitual de verano, durante el día iríamos con el viento y la mar en contra, por lo que es preferible zarpar de noche.
Los veleros navegan despacio, de 10 a 15 km/h es su velocidad normal. Como comparación, un atleta corriendo una maraton va más rápido que nuestro velero. Es importante calcular las distancias y tiempos de nuestra ruta en función des esta escasa velocidad. Esta deliciosa “lentitud” de los veleros verás como se convierte en uno de los mayores placeres imaginables, olvidando las habituales prisas de la ciudad.
Una vez iniciada la travesía a las islas de Ibiza o Formentera, navegaremos toda la noche. El patrón se encargará de gobernar el barco, pero como la noche es larga, montaremos turnos de guardia para estar atentos al tráfico marítimo. Por la mañana llegaremos a la primera de nuestras calitas, iniciando así nuestra estancia en Ibiza y Formentera.
El plan para nuestra semana de vacaciones puede ser tranquilo y relajado, buscando las calas más solitarias posibles (muy difícil en verano) naturaleza a tope, nadar, visitar grutas, remar en kayak, hacer snorkel, bucear, puestas de sol idílicas, cenas a la luz de la luna, agradables veladas viendo las estrellas. …… o quizá prefiramos una semana marchosa, buscando las calas con chiringuitos de moda, comidas o cenas en restaurantes, atraques en puerto algún día para ir a la discoteca, tacones y pinturas de guerra ….. A veces una mezcla de las dos es lo aconsejable.
Poco a poco el velero se ha convertido en nuestro hogar y en nuestro medio de transporte. Fondeamos en las calas de Ibiza o Formentera, nos bañamos, nadamos, remamos, comemos o dormimos, bajamos a la playa en la neumática, y continuamos hasta la siguiente cala en nuestra ruta.
